El valor financiero de invertir en una obra de arte
Comprar arte se entiende hoy en día no solo como una necesidad estética, espiritual, vivencial y personal sino también como una buena inversión de capital. El arte, a diferencia de la mayoría de bienes, no se devalúa, sino que adquiere mayor valor en la medida que pasa el tiempo y aumenta el prestigio del artista; por este motivo, existe un consenso acerca de que las mayores ganancias se obtienen apostando por jóvenes artistas contemporáneos, cuyas obras van elevando sus precios en la medida en que el artista prosigue con su arduo trabajo y obtiene mayor exposición mediática a nivel nacional e internacional.
Esto no quita, sin embargo, que se pueda obtener también una fuerte ganancia a partir de los artistas más establecidos; según palabras de Jack Cohen –director de la galería Impakto- esto correspondería a la variabilidad temática de los artistas: al mostrar una transformación o evolución en su trabajo, el artista tiene más posibilidades de ser apreciado en distintos momentos y por diferentes públicos, tanto por obras específicas como por una visión global de su trabajo. Un claro ejemplo de esto, es el caso de Alfredo Alcalde, uno de los pintores más reconocidos y consolidados de nuestro país, cuyas obras están valorizadas en más de 50 mil dólares.
En este sentido, la Subasta de la Casa de la Familia es – como agente de placer y de inversión – uno de los eventos de venta de arte más representativos del mercado artístico de nuestra capital; la participación de los mejores valores del arte peruano, tanto consagrados como emergentes, garantiza una selección de obras de gran calidad.
Comprar arte en el Perú, siempre ha sido considerado un lujo. Sin embargo, gracias al auge económico de los últimos veinte años de nuestro país, este panorama ha ido cambiando. Aunque no exista receta segura para identificar el valor de una obra de arte, se puede considerar que es el mismo mercado – integrado por galerías, ferias de arte y subastas –, el que garantiza su valor. La Subasta de la Casa de la Familia, que se viene realizando desde hace más de 14 años, es parte innegable de ese circuito.
En estos últimos años la demanda del arte ha ido en aumento, sobre todo por el crecimiento socioeconómico, y también por la demanda financiera del arte que adquiere la faceta de un activo dentro de los portafolios de inversión.
Se puede decir además, que el arte de los artistas peruanos se ha ido internacionalizando, pues viene también abriendo cartera en el extranjero, principalmente a través de galerías y ferias de arte, lo cual consolida su valor económico. En otras palabras, el interés internacional de los artistas peruanos ha permitido que el mercado local se ponga al día en términos de precios respecto al mercado latinoamericano y logre de esa manera consolidarse.
Por todo esto, la VII Subasta de Arte – que se llevará a cabo el miércoles 25 de octubre a las 7pm en el Museo Amano- es una buena oportunidad para apostar por el arte, apoyar el proyecto social de la Casa de la Familia y, de la misma manera, vivir una experiencia única al lado de una obra inspiradora.
Si desea participar en la Subasta de la Casa de la Familia, comuníquese a lcfpromocion@gmail.com o al 976257718 o llene el formulario de contacto que encontrará en esta dirección: www.lacasadelafamilia.pe/subasta2017 (online desde el 10 de octubre)
Sobre la Casa de la Familia:
La Casa de la Familia es un esfuerzo realizado durante veintiocho años en compromiso con la salud pública y con el desarrollo de la sociedad, que se concreta cotidianamente a través de una constante labor de trabajo preventivo, focalizado en la construcción de vínculos saludables entre niños y padres. Así como con jóvenes y madres adolescentes.
Se trata de una contribución psicoanalítica destinada a personas de escasos recursos económicos que asisten a nuestro local del Rímac, del Hospital Materno Perinatal de Lima y del Puericultorio Pérez Aranibar. Trabajamos con la escucha, la palabra y el juego para que niños, padres y jóvenes tengan herramientas emocionales que les permitan fundar un proyecto de vida satisfactorio.
Atiende anualmente a una población estimada en 20,000 atenciones. Constituye un formidable logro de prevención, de apoyo y de acompañamiento en la relación de padres e hijos, así como con los niños y jóvenes que acoge.
Esta labor ha sido reconocida con el premio del Banco Mundial, con el de la Unesco, con la Medalla de Lima y tres años consecutivos con el premio USEA (Embajada Americana).
