Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo en controvertida exploración fotográ
- Alexiel Vidam
- 8 sept 2017
- 2 Min. de lectura

“El BDSM puede ser la terapia para quienes encuentran en ese estilo de vida una respuesta comprensiva a los deseos que les dijeron que debían estar reprimidos” –señala Cristias Rosas sin titubear.
El fotógrafo peruano que se aventura en una controvertida exposición fotográfica acerca del lado más “kinky” de la sexualidad, ha regresado de Nueva York con el fin de mostrar el lado más humano y menos explorado del BDSM (siglas que corresponden a “Bondage y Disciplina; Dominación y Sumisión; Sadismo y Masoquismo”).
La fotografía de Cristias Rosas, estaba íntimamente relacionada con su padre, un hombre de edad bastante avanzada. Los fantasmas, la senilidad, el coqueteo con la muerte, eran sus temas frecuentes. Sin embargo, cuando éste murió -a los 101 años de edad-, la urgencia por seguir creando imágenes le llevó a la búsqueda de experiencias lo suficientemente fuertes como para revivir a su “loco artístico”. Fue así que llegó al subterráneo mundo del BDSM.

Según el autor: “El BDSM es una ambivalencia de comportamiento que no es necesariamente sexual; es más, muchas de sus actividades están de-sexualizadas, pero sea -como sea- es algo enquistado en el lado “oscuro” de nuestra cultura, es un elemento presente en la naturaleza de muchas personas que lo viven desde las sombras bajo la mirada juiciosa de una tradicionalidad erótica que se asume “normal” o más bien “normadora”. Es ilógico ignorar el BDSM, por grotesco que pueda ser a veces; es un elemento social, de sociabilización y encuentro entre minorías (y ni tan minorías) que buscan explorar su acceso al placer según las condiciones que se determinan en todo encuentro entre dominante y sumiso.”
Al mismo tiempo, enfatiza en que su trabajo no pretende hacer énfasis en el morbo, sino todo lo contrario; busca mostrar una mirada democrática, cotidiana, contemplativa e inclusiva de lo que es un mundo al que muchas veces atacamos sin conocer.

“La sociedad no ha querido darle una mirada muy detenida a los asuntos BDSM; ha decretado un prejuicio casi a forma de sentencia de lo que “es” lo BDSM y ahí ha quedado. En la mayoría de casos, los que creen que entienden algo del tema por más que nunca lo han visto de cerca, lo condenan como un juego de “enfermos”, con psicopatologías que deberían ser tratadas. Esa línea de pensamiento ignora tantos otros elementos sociológicos y psicológicos que llevan a alguien a involucrarse en BDSM” –añade Cristias, y se lanza con un enunciado más provocador: “Muchas veces el BDSM funge precisamente como la terapia que en teoría esta gente necesita; es ésa la forma en la que canalizan traumas, debilidades o dolencias”.
La exposición “La otra cotidianidad: Episodios de BDSM” se inaugura el 15 de septiembre a las 8pm en Espacio La Sala (Calle General Mendiburu 254 dpto. 101, Miraflores). Ingreso libre.